El último trimestre del año se ha caracterizado por un incremento en la adquisición de bienes y servicios ya que coinciden las fiestas decembrinas y las rebajas previas a estas fechas que en México se denomina El Buen Fin y se llevan a cabo una semana antes al día de Acción de Gracias celebrado en Estados Unidos.

En este mes de diciembre también los trabajadores bajo esquema formal de contratación reciben el aguinaldo que se destina a múltiples opciones entre ellas el consumo.

Al igual que el año anterior el 2021 estuvo marcado por la pandemia, y aunque en México las restricciones fueron más laxas que el resto de los países la sensación del consumidor en términos generales es que se limitaban o auto limitaba sus opciones de consumo, o por lo menos bajo la óptica de cómo se hacía previo a la pandemia.

Las opciones más comunes fueron las compras locales sin contacto físico y se comenzaron a utilizar de manera más acelerada las  herramientas de integración digital que impactaron en el crecimiento del comercio electrónico.

Al cierre de Noviembre 2021 se observó un aumento de 1.0% en el gasto de los bienes, así como un avance de 1.5% en los servicios, respecto a octubre, según señaló el Indicador de Consumo Big Data de BBVA Research, elaborado a partir del gasto efectuado en terminales punto de venta del banco, que incluye compras realizadas con tarjetas de crédito y débito.

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El reporte destaca que las cifras positivas de noviembre se lograron a pesar de que la más reciente edición El Buen Fin fue más corta en comparación con el año pasado, de 7 días en comparación a los 12 días de duración del año 2020, motivado al avance del proceso de vacunación.

El efecto psicológico al haber transitado un año con limitaciones de movilidad es a retomar el reencuentro, ahora que ya buen parte de la población cuenta con la pauta completa de la vacuna. 

Tradicionalmente en México diciembre es mes de posadas, piñatas y reuniones familiares donde se busca compartir en familia y ello trae consigo la tradición de regalar.

Todos estos factores disparan la demanda estacional que a su vez requiere de la logística de almacenaje y distribución para que los productos puedan ser retirados en tienda a través de compras directas o bien despachados en el menor tiempo posible a las manos del consumidor cuando se solicita vía online.

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Por ello la demanda creciente de espacio temporal de almacenaje ha consolidado los marketplaces logísticos, que son compañías que alquilan de forma flexible la capacidad subutilizada de los espacios de terceros por factores como la estacionalidad del producto o planes de venta incumplidos. 

Empresas de amplia trayectoria como Amazon, Mercado Libre, Liverpool, Linio, Ubereats, Rappi, Cornershop y Walmart, por citar algunas, han tenido importantes crecimientos de la demanda en la época decembrina. 

Otras novedosas iniciativas ya pisaron suelo mexicano como Cubbo que realizan toda la cadena de cumplimiento o fulfillment para que las marcas de comercio electrónico se concentren en su crecimiento mientras ellos garantizan almacenar, empacar y entregar bajo las condiciones contratadas. 

El 2022 sin duda vendrá cargado de novedosas aplicaciones que estarán acompañadas de un tejido logístico de almacenaje y distribución, cada vez más eficiente y cercano a la demanda, por lo que será un año retador para los desarrolladores del espacio industrial.