Para USG, empresa de materiales con 50 años de experiencia, los pronósticos que se han dado sobre el crecimiento de la industria de la construcción para este 2021 son precarios.

BBVA, por ejemplo, contempla un desarrollo de 2.7%, mientras que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) espera un 5%. La compañía difiere: “un aumento de entre 10% y 15% es una base bastante estable y real”, dijo Fernando Fernández, director general de la empresa, en conferencia de prensa.

“El sector residencial es, de alguna manera, el que está empujando la recuperación (...) de las obras de gran formato que tenemos registradas 58% pertenecen al sector residencial, y los focos más boyantes están ubicados en Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Quintana Roo y Yucatán”, detalló el funcionario.

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Su previsión se da luego de las elecciones del 6 de junio , ya que el suceso se tomó como un parteaguas y logró mostrar cuánta estabilidad podría haber de cara a los proyectos de este y el próximo año.

Aunque en 2020 e inicios del 2021 la venta de vivienda se contrajo por la cautela de cara la incertidumbre económica (datos de Lamudi indican que la comercialización se redujo 12%), el fenómeno se dio por un aplazamiento en la decisión de compra, pero la demanda de sitios para vivir continuará por la mancha demográfica mexicana.

Las tasas más accesibles de créditos hipotecarios bancarios, que oscilan entre el 9% y 18%, así como la transformación de oficinas a espacios habitacionales contribuirán, considera Fernando Fernández.

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