Una de las implicaciones de figurar como socio comercial de sus vecinos del norte es que, para fortalecer a la región mediante el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), resulta prácticamente obligatorio cerrarles la puerta a las importaciones de materiales, componentes y piezas de origen chino destinadas a sectores como el automotriz.
De acuerdo con Alberto Bustamante, presidente ejecutivo interino de la Industria Nacional de Autopartes (INA), a partir de este año resulta significativa la disminución en las compras de mercancías producidas por el “Gigante Asiático” con destino al territorio azteca.
Esto demuestra la firme determinación de ponerle fin a una dependencia que a raíz de la pandemia ha impactado de manera negativa a las líneas de producción al predominar el desabasto.
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“El sector automotriz mexicano redujó sus importaciones provenientes de China y de los más de 8 mil millones de dólares que se llegaron a registrar anteriormente, este año cerrará con 7 mil 284 millones de dólares (mdd), lo cual se traduce en el 13.8% del total de las compras realizadas con el extranjero. No obstante, se estima que las operaciones asiáticas seguirán disminuyendo en la medida que se reemplacen con importaciones de origen estadounidense, mercado al que se le compra el 52.4%”, señala.
Un análisis difundido por la INA revela que al final de este año, el sector automotriz cerrará con una balanza comercial de 82 mil 409 mdd, superior a los 77 mil 862 mdd alcanzados en 2020, pero inferior a los 88 mil 867 mdd registrados en 2019.
Así mismo mencionan que México no podrá ensamblar más de medio millón de vehículos ligeros ante la falta de semiconductores, provocando un impacto negativo en las finanzas de las armadoras, aunque este segmento ocupa el tercer lugar entre sus prioridades, pues en el territorio nacional los modelos SUV y Pick up le superan en fabricación.
Otro punto a destacar es que mientras la producción de vehículos ligeros no ha podido alcanzar los niveles registrados previo a la pandemia; la fabricación y exportación de vehículos pesados en México incluso superó sus números de 2019 con grandes expectativas para las 18 plantas dedicadas en el territorio nacional.
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En cuanto a la producción de autopartes, actualmente México figura en la quinta posición, aunque se prevé que en 2023 se logrará desplazar del cuarto sitio a Alemania en virtud de que producirá 102 mil millones de dólares, descartando que el incremento de la producción de vehículos eléctricos vaya a afectar a las empresas mexicanas ligadas a la fabricación de autopartes.
“En los próximos 10 años se equilibrará la producción de eléctricos y de combustión interna y al mismo tiempo se estarán fabricando ambas gamas. Así que el cambio no afectará a las empresas de autopartes mexicanas, pues ya están trabajando para surtir la demanda de vehículos con nuevas tecnologías. Tendremos una gran oportunidad”, enfatiza el directivo.
Bustamante también mencionó que en Estados Unidos se construirán dos plantas de semiconductores, pero tardarán dos años y a partir de ahí, México se encargará de la programación de chips en Tijuana y Jalisco.
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