Son varios los mercados que se beneficiarán ante la llegada de Tesla. La Industria Nacional de Autopartes (INA) anticipa la  llegada de nuevos proveedores destinados a la producción de componentes, lo que podría generar una oportunidad de 15 mil millones de dólares para los próximos años en nuestro país.

México ya desempeña un importante rol como proveedor en la producción de automóviles para Tesla. El INA estima que al menos el 20% del valor de las unidades que ensambla la empresa americana tiene componentes producidos en México, cifra que sin duda se incrementará con la llegada de la nueva gigafabrica a Santa Catarina en Nuevo León.

Los proveedores mexicanos que ya surten a Tesla están ubicados en Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Aguascalientes, Estado de México y Chihuahua. Estos serían los mercados con el impacto más inmediato ya que conocen al cliente final de sus productos y servicios.

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En primer lugar Monterrey que ya cuenta con un mercado industrial institucional que logró liderar la demanda bruta a nivel nacional durante el 2022, será el principal beneficiario de  los incrementos de demanda de naves industriales, no solo en el corredor Santa Catarina, sino también en los que sitúan más hacia el norte como son Apodaca, Escobedo, Salinas Victoria y Ciénega de Flores. Estos cuatro submercados lograron totalizar el 68% de la demanda de naves industriales durante el 2022, mientras que Santa Catarina agrupó el 14% de las naves comercializadas en Monterrey y el 16% del número de operaciones.

Le sigue Saltillo que aunque se ubicará a una distancia promedio de 47 kilómetros hacia  la futura planta de Tesla el tiempo de traslado estimado variaría entre los 40 minutos hasta las 2 horas, motivado a las dificultades del tráfico que la vía presenta.  Pero Saltillo que ocupó la tercera posición de la demanda bruta nacional acumulada del 2022 en la actualidad disponible de al menos 25 naves industriales con tamaños que van de 800 a 18.6 mil metros cuadrados, y cerca de una decena se sitúan sobre el submercado Ramos Arizpe, el que estaría más cercano a la nueva fábrica de autos eléctricos.   

En el bajío tanto San Luis Potosí como Aguascalientes cuentan con la experticia de ser mercados automotrices donde otras dos armadoras como BMW y Nissan ya habían anunciado expansión de sus operaciones para el 2023 con inversiones de 866 y 700 millones de dólares, respectivamente. 

En la actualidad estos dos mercados cuentan con las más altas vacancias a nivel nacional reportando 4.9% San Luis Potosí y 3.7% en Aguascalientes, por lo que contarían con la capacidad de atender la demanda no satisfecha en las entidades del norte por extender la red de proveedores que estas nuevas armadoras necesitan.

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También la Ciudad de México es otro mercado clave que puede atender la diversa gama de productos de la industria de autos eléctricos y así lo demostró la fuerte competencia que se generó con Monterrey por la ubicación de la primera planta de Tesla. Sin embargo, no se descarta que en un futuro Tesla también pueda instalar una planta de autopartes al sureste de la capital del país.

Finalmente, en Chihuahua ya se fabrican todas las partes automotrices que se requieren para poder ensamblar un vehículo eléctrico y podrían apoyar tanto por el lado de los proveedores como del personal capacitado para apoyar en el arranque de la ensambladora en México. 

Sin duda la llegada de Tesla propiciará un nuevo ecosistema de proveedores de electromovilidad que cambiará el rol de México en esta industria en los años venideros.