No han sido pocos los obstáculos que ha tenido que atravesar la inversión corporativa en México luego de los cambios que vinieron para quedarse con respecto al uso de espacios de oficinas. Las necesidades son otras, tanto por el lado de las empresas como de los colaboradores.
El 2022 fue una prueba de fuego para ese importante sector de inversión inmobiliaria. Este mercado a nivel nacional registró entre enero y noviembre del 2022 una demanda bruta que superó los 770 mil metros cuadrados cifra 77% superior a lo registrado en los meses del 2021.
Ahora bien, si analizamos el indicador de la demanda neta la cifra es más representativa ya que incluye los espacios que se desocuparon y que tuvieron efecto durante varios trimestres del 2020 y 2021. Es durante el 2022 que ha logrado estabilizarse la desocupación tanto en la capital del país como en otras principales ciudades como Monterrey y Guadalajara.
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Por ello el 2023 se avecina como el año de una recuperación sostenida, que estimamos se mantenga trimestre a trimestre. La actividad industrial es un gran aliado para dinamizar la demanda de espacios corporativos ya que algunas empresas que buscan expandirse o bien instalarse por primera vez en México van a demandar también espacios de oficinas y esto también repercute en la demanda de servicios conexos de actividades contables, administrativas y legales, entre otras tantas.
Por ejemplo, en Ciudad de México entre enero y noviembre del 2022 se sobrepasaron los 518 mil metros cuadrados de demanda bruta, cantidad 100% superior a lo registrado en los once meses del 2021. De igual manera la demanda neta hila dos trimestres consecutivos con cifras promedio de 65 mil metros cuadrados trimestrales, luego de la cifra negativa registrada en el primer trimestre del año.
En 2023 la capital del país seguirá el camino de ajustar a la baja la vacancia que empezó a descender desde agosto del 2022 y con el escenario de precios que se mantendrán estables alrededor del promedio registrado en noviembre del 2022, ya que las actuales condiciones de oferta aún darán ventaja durante el nuevo año a los inquilinos.
En algunos corredores de la ciudad podremos ver el inicio de construcciones que hasta ahora mantuvieron la cautela. Edificaciones en tamaños que no superan aún los 10 mil metros cuadrados podrían dar inicio a mediados del año. Los proyectos de usos mixtos seguirán marcando pauta a lo largo del 2023 ya que la mezcla de usos y diversificación de los productos inmobiliarios favorecen a la disminución del riesgo.
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Por su parte, el mercado corporativo de Monterrey alcanzó durante los tres trimestre del 2022, un nivel similar de demanda neta al que mantenía en el 2019 en periodo similar previo a la pandemia. Ha sido el único mercado a nivel nacional donde se dio inicio a un proyecto de construcción durante el 2022, lo que podría mantenerse en el 2023 en un mercado donde la vacancia promedio ya registró 16.2% para noviembre del 2022.
Guadalajara y Querétaro también esperan en el 2023 incrementar gradualmente la demanda bruta para seguir ajustando sus vacancias a la baja. Guadalajara en noviembre del 2022 registró 15.36%, en tanto que Querétaro alcanzó 16.95% dando señales de una absorción lenta pero sostenida.
Los mercados emergentes como Mérida, León y Puebla mantendrán su apuesta por el impacto del crecimiento del sector industrial de sus regiones que permea hacia una mayor demanda de espacios de oficinas que complementen a las nuevas naves que se ocupan.
En general los espacios flexibles y los modelos de coworking seguirán en auge para el 20123 ya que han logrado interpretar la expectativa de los nuevos inquilinos que demandan opciones a la medida de su modelos empresariales, en cuanto a espacios, costos y posibilidades de crecer y decrecer.
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