Las relaciones políticas y comerciales entre México y América del Norte continúan influyendo en múltiples sectores económicos, incluyendo el mercado de bienes raíces corporativos. 

La incertidumbre derivada de la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, ha provocado una ralentización de la actividad de arrendamiento de oficinas en la capital del país. 

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Durante enero y febrero de 2025, el arrendamiento de oficinas en la Ciudad de México alcanzó un total de 75 mil metros cuadrados, lo que representa una disminución del 40% en comparación con el mismo periodo de 2024. Esta desaceleración en la demanda de espacios corporativos ha sido provocada por el aumento de las tensiones comerciales entre México y su vecino del norte, lo que ha llevado a las empresas a adoptar una postura más cautelosa.

Los edificios de clase A continúan siendo los más solicitados, representando el 80% de las rentas totales en la capital, comportamiento que reafirma la preferencia de las compañías por inmuebles con altos estándares en infraestructura, ubicación y servicios, elementos que son cada vez más determinantes en un contexto internacional en constante cambio.

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Las negociaciones y acuerdos dentro del T-MEC continúan definiendo el entorno empresarial, con políticas que favorecen la inversión en sectores estratégicos y tecnológicos. Sin embargo, la incertidumbre en ambos lados de la frontera pueden generar fluctuaciones en la toma de decisiones de empresas extranjeras interesadas en establecer o expandir operaciones en México.