Durante el 2021, de los créditos que otorga la banca al sector privado, el hipotecario es el que más está creciendo. El portafolio hipotecario es aproximadamente de un billón 45 mil millones de pesos y aumenta a un ritmo anual de 9.4 por ciento.
La magnitud y crecimiento de la cartera hipotecaria se explica por diferentes razones encabezadas por el bono demográfico; estamos hablando que la media de la edad en México es de 29 años y se crean 650 mil familias cada año que requieren de una solución habitacional.
En particular, las soluciones de crédito hipotecario ofrecen las mejores condiciones de las últimas dos décadas. Estamos hablando de que los productos cuentan con las tasas de interés más bajas que hemos tenido, lo que es un elemento muy positivo.
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Asimismo, se tiene un abanico de productos hipotecarios que permiten satisfacer las distintas necesidades en materia de financiamiento a la vivienda. También, el diseño de los productos es muy importante, porque son con tasa fija, pagos conocidos a 15 o 20 años; además, como parte de dicho diseño se integran seguros de vida, daños y desempleo.
Otro componente que ayuda es que el valor de las viviendas creció por arriba de la inflación, pero sin generar una burbuja en los precios.
Además, en México las personas compran una vivienda para crear patrimonio, siendo un elemento que favoreció a que no se detuviera la adquisición de bienes inmuebles.
La suma de todos estos elementos permitió que el crédito hipotecario no se detuviera, y más bien recobrara rápidamente su dinámica de crecimiento.
Vale la pena considerar el tema de la portabilidad hipotecaria debido a que las tasas de interés establecieron los niveles históricos más bajos, por lo que muchas personas aprovecharon para negociar una mejora en las condiciones de su crédito o para cambiar su hipoteca de un banco a otro.
Lo anterior es una forma de restructurar un crédito, porque bajan la tasa de interés y, de la mano, la mensualidad. En algunos casos también se aprovechó para ajustar plazos.
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En muchas ocasiones, acompañado de un crédito de liquidez, toda vez que éste permite que se puedan consolidar deudas, es decir, pagar pasivos de corto plazo y con tasas de interés más altas, consolidarlas en un solo crédito y con tasas de interés menores. Eso también ayudó a reconformar los balances de exigibilidad de las deudas de muchas familias.
Por lo tanto, lo que más creció en 2020, derivado de la propia contingencia sanitaria, fue la portabilidad, el cambio de pasivos o de hipoteca para mejorar condiciones y de liquidez.
Durante 2021, lo que estamos observando es que está tomando mayor fuerza todo lo que es crédito de adquisición de vivienda, que debe representar aproximadamente al 85% de la colocación hipotecaria bancaria, complementado con préstamos de mejora de hipoteca, de liquidez y de renovación o ampliación.
Sin duda, el sector hipotecario ha sido sumamente resiliente y hoy es un excelente momento para contratar un crédito hipotecario debido a las condiciones de tasas de interés y por el amplio abanico de productos, además de lo ya mencionado.
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