Es un hecho que la demanda de espacios corporativos a nivel nacional se ha ido recuperando paulatinamente a la par que las desocupaciones han venido disminuyendo.
La demanda bruta corporativa a nivel nacional creció en el doble comparando el 3T 2022 con el mismo trimestre del 2021. Si hacemos el análisis del incremento durante los primeros tres trimestres del 2022 la cifra supera en 80% a lo registrado en los primeros tres trimestres del 2021.
Al cierre del tercer trimestre del 2022 la demanda de Ciudad de México representó el 65% de la demanda corporativa nacional, secundada por la demanda de oficinas en Monterrey y Guadalajara, donde cada una de ellas representa un décimo aproximadamente del total nacional.
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Ahora bien, las preferencias de los inquilinos han venido mutando en cuanto al tamaño de los espacios y a las condiciones de entrega desde fines del 2021 y lo que va del 2022.
El último trimestre del 2021 la demanda neta de oficinas en Ciudad de México comenzó a registrar números positivos luego de la pandemia y registró 67 mil metros cuadrados pero tuvo un importante retroceso el primer trimestre del 2022 volviendo a registrar un importante área de oficinas desocupadas que superó a la demanda bruta. Luego el segundo y tercer trimestre del año volvimos a ver registros de demandas netas positivas en 63 y 68 mil metros cuadrados respectivamente.
En cuanto a preferencias de los inquilinos durante el 3T 2022 los espacios arrendados en su mayoría han sido acondicionados, seguido de espacios en obra gris, y el resto ha sido amueblado o Plug & Play.
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Del total de áreas arrendadas el 64% corresponde a espacios Clase A y el restante a oficinas Clase B, motivado a la infraestructura más sólida así como las características y amenidades que se tienen dentro de los edificios Clase A. Las áreas transadas en renta van desde 50 hasta 29 mil metros cuadrados, este último superficie correspondiente a una edificación completa sobre el corredor Lomas Altas.
En contraparte la demanda bruta de espacios Clase A durante el 3T 2021 representó el 78% del total arrendado, mientras que las áreas transadas fueron desde los 30 hasta los 3,860 metros cuadrados por piso.
Otra característica que se observó en este trimestre es que cerca del 57% de espacios que se desocuparon fueron espacios Clase B. Las preferencias de este periodo se inclinaron hacia espacios acondicionados motivado a la alta incertidumbre que aún transitaban las empresas.
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