La actividad de arrendamiento reflejó un importante dinamismo que permitió que entre enero y junio del 2022 se registren 3.6 millones de metros cuadrados a nivel nacional.

En esta cifra Monterrey ocupa la primera posición con un cuarto de la demanda de arrendamiento de naves industriales, seguido a lo lejos por Ciudad de México y Guanajuato que agrupan 15.3% y 12% del total nacional, respectivamente.

Si agrupamos la demanda de Monterrey con los otros siete mercados de la frontera norte la proporción de espacios arrendados en el semestre sobre el total nacional se alza con 55%, en tanto que las cuatro entidades del bajío logran alcanzar el 24% del arrendamiento nacional.

La fuerte presión que ejerce Estados Unidos y el resto de operaciones que anteriormente se ubicaban en Europa y Asia han logrado encauzar sus esfuerzos al elegir nuevas ubicaciones más favorables desde el punto de vista del costo y que permitan garantizar en tiempo la llegada de mercancías, que a su vez componen cadenas de suministro más complejas en la fabricación de productos terminados como automóviles, utensilios del hogar, productos de consumo masivo y alimentos, entre otros.  

México ha salido favorecido ante esta coyuntura y así lo demuestra el incremento de 640 mil metros cuadrados semestrales de demanda con respecto al primer semestre del 2021, que señala un crecimiento del 21.3%. Aunque si analizamos la contribución por periodos el primer trimestre del 2022 destaca ampliamente ya que el crecimiento del arrendamiento a nivel nacional superó el 42%.

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Se mantuvo la tendencia al cierre del segundo trimestre del año de una marcada participación de la manufactura sobre las entidades de la frontera norte, en tanto que en Ciudad de México, Guadalajara y el bajío siguen inclinando la balanza hacia el arrendamiento de espacios logísticos, motivado principalmente por los fuertes demandas de bienes y servicios que sigue manteniendo la población a través del comercio electrónico.

A su vez ha habido un importante avance de nuevas edificaciones industriales a nivel del territorio mexicano donde 5.2 mil metros cuadrados transitan diversas fases constructivas, y considerando que una nave industrial promedio de 20 mil metros cuadrados se edifica entre 9 y 12 meses, la mayoría de estas opciones cierran contrato de arrendamiento antes del finiquito de obra y pasan a estar ocupadas en inventario, por lo que la vacancia no logrado recuperarse, en términos generales.

Es decir que la velocidad en que crece la demanda de arrendamiento es superior a la velocidad que crece el nuevo inventario que se edifica, con la consideración que buena parte de estas construcciones se negocian en formato hecho a la medida, porque aun sigue la cautela de los desarrolladores ante el formato especulativo.

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La escasez de terrenos con infraestructura ha sido clave tanto en Monterrey como en Ciudad de México y eso lo han entendido desarrolladores que se dedican a producir este tipo de inventarios, donde también deben enfrentar los temas de dotación de aguas blancas y electricidad que pasa a ser un punto neurálgico para el desarrollo de la actividad industrial. 

En el mediano plazo entidades como Chihuahua y Sonora pasan a ser claves para el desarrollo de energías renovables hacia el norte, al mismo tiempo que Monterrey conjuga todos los elementos para hacer viable el crecimiento de la demanda en una entidad donde coincide el interés de los portafolios más institucionales.

Hacia el centro del país, Querétaro plantea ventajas para el desarrollo de la entidad como Hub de Centro de datos en Latinoamérica y por supuesto el amplio potencial que exhibe Ciudad de México y Puebla como nodos logísticos, marcan posiciones claves para el desarrollo del arrendamiento industrial en lo que resta del año.