Durante el 2T 2020, la crisis sanitaria derivada de la pandemia por Covid-19, obligó al gobierno a tomar medidas drásticas para evitar la propagación del virus, hecho que generó que se suspendieran la mayoría de las actividades económicas en el país, entre ellas las administrativas; lo que implicaría una nueva forma de trabajar, interrumpir el uso de oficinas a nivel nacional y el traslado de esta actividad al hogar.
Un año después de las medidas implementadas para revertir los contagios, el segmento inmobiliario corporativo mantiene los efectos de esto, puesto que muchas empresas optaron por reducir espacio, subarrendar y en algunos casos cerrar completamente sus oficinas ante el ajuste económico para sortear la crisis.
Todo lo mencionado anteriormente ha impactado directamente en los mercados corporativos más grandes a nivel nacional, como son el caso de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara; debido a que la configuración del arrendamiento en estas ciudades es variada y están conformados por empresas de diferentes sectores.
El segundo trimestre de este año fue marcado por contar con una demanda bruta corporativa que mantuvo un volumen ligeramente inferior al del 1T 2021, pero un 10% por encima del mismo periodo del 2020. Es decir, la demanda muestra una tendencia al alza, al menos en este trimestre, en comparación con el mismo en el que inició la pandemia y cuando los efectos de ésta se percibieron más fuerte en este sector.
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Como se esperaba desde hace un año al menos en el mercado de oficinas más importante del país, la Ciudad de México, el inicio de construcción de nuevos edificios corporativos ha sido casi nula, cambiando incluso las tendencias en diseño, ubicación y volumetrías que se consideraban hasta antes de la pandemia; sin embargo se mantuvo el avance en las obras que se encontraban en ejecución.
Durante el 2T 2021, solo 15 mil metros cuadrados arrancaron construcción, lo que demuestra que los desarrolladores tienen proyectos aún detenidos y en fase de planeación, hasta no haber una reactivación significativa en la demanda.
Ha sido un trimestre donde se realizaron muchas evaluaciones de concepto, aunado a que el Gobierno de Ciudad de México dio permiso para convertir algunos edificios de oficinas en vivienda; reacomodos en inventario que se podrán cuantificar al final del año en curso.
Esta tendencia va en línea con ciudades americanas y europeas, donde los gobiernos locales han intervenido con ventajas fiscales para incentivar que la actividad constructiva retome parte del ritmo que traía antes de la pandemia.
Persiste una importante cantidad de desocupación que aún es muy superior a la demanda bruta, pero en casos como Monterrey este valor refleja una similar cuantía con la demanda, lo que da señales de un mercado que va ajustándose.
Durante este segundo trimestre del año, la nueva oferta corporativa nacional fue de poco más de 100 mil metros cuadrados, concentrado el 80% de la cifra en la Ciudad de México y Guadalajara.
Los desarrollos que culminaron obras adicionaron 1% al inventario nacional en este trimestre y casi 5% anual; valores muy inferiores a lo que se alcanzaba en años previos cuando rondaba entre 8 y 10% el crecimiento anual a nivel nacional; en mercados medianos y pequeños esta cifra era más alta.
En Ciudad de México el ritmo de crecimiento se ha ralentizado, ya que algunas obras extendieron sus plazos de entrega y aún siguen en construcción para culminar en semestres venideros. El precio de renta en la capital incrementó 10 centavos de dólar con respecto al 1T 2021 y en 61 centavos de dólar en relación al año 2020, lo cual habla de un mercado que logra mantener el valor de su producto en medio de la complejidad de la pandemia.
En Guadalajara a pesar de que la demanda se desaceleró en 28% con respecto al trimestre anterior, se iniciaron construcciones por 5.2 mil metros cuadrados; en una ciudad donde la oferta disponible abre posibilidades para diferentes demandantes con espacios entre 2.5 y 7.5 mil metros cuadrados. El proyecto de mayor superficie dispone de plantas de 2.5 mil metros cuadrados con un mínimo divisible a partir de 600 metros cuadrados.
Monterrey registró un incremento de vacancia de 30 puntos base, su precio de renta promedio logró un aumento de 90 centavos de dólar, la demanda bruta superó 80% a la cifra tanto del 1T como la del año anterior; sin embargo no tuvo inicio de construcciones. El comportamiento de la oferta disponible en relación con la demanda, es parte de la justificación de haberse incrementado el precio de renta, manteniendo el equilibrio del mercado que continúa como apuesta de inversionistas y desarrolladores.
Querétaro, el mercado corporativo más destacado en la región Bajío, completó una importante cantidad de metros cuadrados de nueva oferta en el último año, lo que incrementó su inventario un 15% anual. Redujo ligeramente su vacancia con respecto al 1T 2021 cerrando con 23%, pero continúa como la cifra más alta en el país. Con su inventario de 420 mil metros cuadrados al cierre del 2T, sigue en la cuarta posición a nivel nacional con base en su cuantía, amplia variedad en tamaño de espacios disponibles y presencia de desarrolladores institucionales.
Tijuana, León y Mérida mantuvieron este trimestre el tamaño de sus inventarios corporativos y no registraron inicio de nuevas edificaciones, conservando tasas de vacancia que van del 12 al 14%, los menores valores registrados a nivel nacional.
Tanto Tijuana como León ajustaron su precio de renta promedio al alza en 40 centavos de dólar y Mérida aumentó 1.70 dólares, el incremento más alto a nivel nacional. Otro elemento común en estos tres mercados es la escasa desocupación reportada en el período.
El futuro del sector de oficinas aún debe transitar múltiples retos para reinventarse, como la presencia simultánea del personal que pasó a segundo término, una oficina con menos puestos fijos asignados, áreas que pueden ser usadas para múltiples fines; espacios donde la conexión de manera remota abre nuevas posibilidades para el trabajo colaborativo.
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Salas de reuniones reconfigurables, zonas de teletrabajo en las que el personal que así lo decida permanecerá dentro de las instalaciones 2 a 3 días de la semana y quienes diseñan la distribución interna de trabajadores junto con el mobiliario, deben lograr que los espacios representen la esencia de la cultura corporativa en cada empresa.
A pesar de que algunas empresas han anunciado el regreso de sus empleados a oficinas en un sistema híbrido, la mayoría aún mantienen a sus equipos laborando desde casa, sin embargo, la parte positiva es que algunas han realizado ajustes correspondientes al presupuesto destinado para la renta de oficinas, lo cual representa el segundo egreso más alto de una compañía, solo por detrás de su nómina; por lo que a partir del segundo semestre del 2021 el arrendamiento de espacios corporativos podría empezar a aumentar.
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