El mercado de Queretaro a inicios del 2023 proyectaba concretar 55 nuevos proyectos para la entidad, según cifras señaladas por la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu). Sin embargo, a inicios de junio la cifra se ha incrementado a 68 proyectos de inversión de los cuales ya 20 han sido concretados. 

Del total de 68 proyectos de inversión, 24 corresponden a ampliaciones y 44 son inversiones que apuestan por esta importante ciudad del bajío mexicano. Estas inversiones prevén una derrama económica que superaría los 95 mil millones de pesos, según información del titular del Sedesu.

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Capitales provenientes de países de Europa, Estados Unidos y algunas inversiones chinas han evaluado la fortaleza para asentarse en este mercado que les brinda no solo conectividad sino mano de obra calificada y seguridad jurídica para llevar adelante sus procesos de producción.

La entidad que ocupa la cuarta posición en cuanto a demanda bruta industrial acumulada entre enero y mayo de 2023, acumula 195 mil metros cuadrados y solo es superada por Monterrey, Ciudad de México y Tijuana, según cifras de la plataforma inmobiliaria Solili.

Como ejemplo del apetito inversor sobre la entidad podemos citar los seis anuncios por el total de 128 millones de dólares en inversiones realizadas durante el evento del Salón Aeronáutico de París al cierre del mes de junio, según indicó el gobernador de Querétaro.

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Principalmente la industria aeronáutica francesa ya instalada en Querétaro continúa ampliando su oferta en el sector, como es caso de empresas como Safran y Delastek. La clave es integrar la cadena productiva enlazando ensambladoras, proveedoras, talleres de mantenimiento, servicios generales apoyados con el suministro del talento humano requerido que se forma en centros de investigación e instituciones académicas del estado.

Las señales para los desarrolladores son claras para construir mayor cantidad de espacios industriales que permitan atender a estas nuevas inversiones. La combinación de vacancia en descenso junto a precios de renta crecientes que han incrementado en más del 18% en el último año, son garantía de colocación del producto inmobiliario en el horizonte de mediano y largo plazo.