Hablar de nuevas culturas laborales, hábitos de vivienda y adaptación tecnológica es un tema recurrente en los últimos meses e incluso años. 

Las necesidades de la sociedad, no importando la latitud en la que te encuentres, representan una gran oportunidad para inversionistas, empresarios y fuerza laboral.

El confinamiento a raíz de la pandemia abrió oportunidades para empleados y empleadores, el trabajo remoto y la aceptación del mismo sacó a flote las oportunidades que brinda.

Hablando de vivienda, la necesidad de contar con un espacio que pudiera transformar en oficina vino para quedarse como lugar para desarrollar juntas y funciones.

El trabajo remoto era muy cuestionado, y los empleadores  desconfiaban de la productividad y la capacidad de adaptación de los colaboradores.

Gratamente, descubrieron que la productividad se fue al alza, el nivel de responsabilidad fue adquirido con éxito y la salud mental, física y económica veía una mejoría notable. 

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Sin duda, los nuevos desarrollos inmobiliarios se reinventaron y ahora buscan ser empáticos con las nuevas necesidades sanitarias, tanto para vivienda como oficina.

Por ejemplo, las nuevas oficinas tendrán mayor metraje por persona, habrá más áreas de espacio colaborativo, las áreas comunes serán polivalentes y flexibles, sin descartar una correcta circulación de aire natural y con nuevos hábitos de limpieza.

El trabajo híbrido arrojó nuevas oportunidades de negocio a pequeñas y medianas empresas y a todo el universo emprendedor. 

Los espacios coworking se van poblando y los grandes desarrollos dedicados a oficinas van siendo más flexibles.

Los hábitos de vivienda también se vieron modificados debido al confinamiento y permanecer 24/7 en el hogar. 

Un fenómeno en el tema residencial es la descentralización que tomó fuerza gracias al trabajo remoto. Así los demandantes enfilaron sus búsquedas a inmuebles de mayor dimensión y amenidades del inmueble. 

Contar con una habitación adicional y/o un área al aire libre con balcón o roof garden, era una necesidad en confinamiento, con teletrabajo y para compartir en familia.

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CANADEVI señaló que en los próximos 12 meses se edificarán 40 mil viviendas como parte del programa de reactivación económica en el Valle de México.

Independientemente del encarecimiento que podrían tener por el alza en el precio de la materia prima, es una magnífica oportunidad, para hacerse de una inversión.

La inversión permitirá crear un patrimonio que podrá utilizarse como vivienda principal o destinar a la renta; ya que el arrendamiento tendrá una racha positiva que se adaptará a los requerimientos sociales de hoy en día.

Otras dos tendencias que seguirán manteniéndose a lo largo del 2022 son el trabajo colaborativo y la inclusión de la tecnología. 

Los bienes raíces tradicionales y el emprendimiento, encontrarán una correcta conjunción y funcionalidad, ayudándose mutuamente para seguir avanzando, donde los desarrollos inmobiliarios, ya sean habitacionales o laborales, se adaptarán a las nuevas circunstancias sanitarias, siendo empáticos con el momento que se vive.

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