Múltiples son las ventajas que posicionan a México como una economía diversificada, entre las que podríamos citar el tamaño de mercado de una población relativamente joven, donde la media de edad ronda los 26 años.

El denominado bono demográfico permite que la población acceda a un mayor producto y brinda la posibilidad de ahorro e inversión lo que contribuye a detonar el potencial de crecimiento económico del país. 

La excelente ubicación geográfica permite a México abrir posibilidades de negocio bien sea hacia Estados Unidos, Canadá o hacia Latinoamérica con ventajas muy superiores a otros países del continente.  

Aquí el marco legal de los tratados suscritos con sus vecinos del norte potencia no solo la cercanía a la demanda, sino que sirve de base para el sostenido esfuerzo hacia la internacionalización, donde compiten de manera sana las principales entidades del país. 

Como ejemplo, vemos una zona norte de alto de grado de desarrollo mostrando sus ventajas de estar en frontera donde se disputan inversiones con la zona del Bajío, la capital y con Guadalajara donde las asociaciones empresariales junto a los gobiernos locales luchan por destacar sus mejores atributos ante los inversionistas.

Consulta aquí: ¿Por qué Monterrey lidera la demanda industrial del país?

Otro factor destacado es la infraestructura situada sobre suelo mexicano donde puertos, aeropuertos, líneas férreas y carreteras permiten conexiones eficientes para garantizar que las mercancías se desplacen hasta su destino final.  

Kansas City Southern (KCS) destacó recientemente las ventajas fiscales que pueden existir para las empresas que consideran establecerse en territorio mexicano destacando la existencia de mano de obra calificada.

Adicionalmente México posee 14 tratados de libre comercio con más de 50 países que representan más del 60% del PIB mundial, lo que permite amplio acceso del país a mercados en los 5 continentes.

Situaciones como la generada a raíz de la pandemia han favorecido el orgullo de los industriales mexicanos por lo “Hecho en México”, sacando ventaja sobre el predominio de mercado que exhibía China previo al Covid. 

Factores como los costos laborales y la disminución de costos de traslados favorecen la relocalización y el nearshoring en suelo mexicano, dando así mayor rentabilidad a los productos que aquí se fabrican.

Otro elemento fundamental es el alto grado de desarrollo de la industria manufacturera y logística que desde el 2011 con la aparición de los primeros Fibras, crearon el fundamento de un tejido legal e institucional que abrió la oportunidad para la llegada de capitales extranjeros.

De interés: México saca ventaja de la relocalización comercial 

Por su parte, el alto grado de institucionalización de la oferta ha ampliado el abanico de desarrolladores e inversionistas que compiten entre sí para lograr un producto inmobiliario de alta calidad y que cumpla los estándares ambientales, sociales y de gobierno corporativo que demandan los ocupantes del espacio industrial.

Las industrias automotriz, aeroespacial, metalmecánica, de plásticos, electrónica y eléctrica, de mobiliario y dispositivos médicos se ha fortalecido en el país impulsadas principalmente por el desarrollo de clusters empresariales que logran integrar proveedores de una cadena productiva a la vez invierte en capacitación del personal necesario que laborará en las plantas.

La inversión extranjera directa ha jugado un papel fundamental, y tan solo de enero a septiembre de 2021 México captó 24 mil 831.7 millones de dólares, lo que representa un alza interanual de 5.7% según cifras preliminares publicadas por la Secretaría de Economía.

Para períodos similares, se trata del tercer monto más alto considerando los registros en línea, desde 1999, superado por los niveles de 2013 donde se registró 28 mil 200 millones de dólares, y de 2019 con 26 mil 100 millones de dólares.

Recientemente se realizó una reunión entre los gobernantes de México, Estados Unidos y Canadá donde siguen sobre la mesa algunas diferencias en lo referente a migración y cambio climático siendo este último tópico el que tendría mayor impacto en la inversiones en suelo mexicano en los períodos por venir.

En resumen México tiene por delante un amplio horizonte de desarrollo en el sector industrial que debe sortear el cumplimiento de compromisos acordados en términos laborales y energéticos para así lograr alcanzar su verdadero potencial de desarrollo.