Los precios de renta de oficinas en México han exhibido un inicio del 2022 con precios que se han mantenido al alza en la mayoría de los mercados corporativos a nivel nacional.  

En el caso de los principales mercados como Ciudad de México y Monterrey, los incrementos de las rentas desde de inicio del año han sido de 1.6% y 3.3%, respectivamente. Mercados medianos como Guadalajara y Tijuana también registraron incrementos de precios de renta trimestrales de 1.5% y 1.3%, respectivamente.

Si evaluamos la evolución de las rentas en términos anuales Ciudad de México registra un ajuste a la baja de medio punto porcentual en un mercado que registró un incremento anual de inventario de 439 mil metros cuadrados. 

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En términos generales el inicio de nuevas construcciones se ha visto frenado a lo largo del 2021 tanto en Ciudad de México como en mercados medianos, lo que ha beneficiado que no se genere más incremento de sobreoferta. 

Otra circunstancia que ha sido de ayuda para que los precios no disminuyeran de forma drástica en el caso de Ciudad de México han sido las disposiciones del gobierno capitalino al permitir cambios de edificaciones del sector corporativo hacia el sector residencial o las aprobaciones de cambio de uso de edificaciones Clase B y C hacia el uso hospitalario.

Hasta Marzo 2022 las tasas de vacancia de oficinas se ubica en Puebla que casi alcanza el  26%, seguida de Ciudad de México con 23% y Monterrey y Guadalajara con 20.4% y 20.3%, respectivamente. 

En casi todos estos mercados la demanda bruta se venía recuperando muy lentamente, aunque el último trimestre del 2022 las desocupaciones llevaron a la demanda neta a términos negativos en la capital del país.

El inicio de año representó para el retorno a las oficinas un nuevo reto en medio de un incremento de precios que lleva la inflación mexicana a 7.45% a Marzo 2021 lo que hace aún más difícil para que las rentas se mantengan a la baja.

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Otra constante de la demanda que se registró en el primer trimestre del 2022 es la negociación de precios sobre inmuebles Clase A ya que al existir mucha oferta y una demanda selectiva se inclina la balanza de la negociación hacia el arrendatario. 

Ahora bien los propietarios o desarrolladores de espacios de oficinas Clase A, bien situados y con dotaciones y servicios por encima del promedio pueden negociar hasta cierto punto pero no lo harán por debajo de su punto de equilibrio ya que eso atentaría contra su capacidad de garantizar un correcto mantenimiento del inmueble hacia el futuro. 

Los inquilinos conocen ese punto de equilibrio y están dispuestos a pagar el precio que realmente valdría el inmueble en el mercado.