Ante el importante crecimiento del 21% de  la demanda industrial que se ha registrado en el territorio mexicano durante el primer semestre del 2022, comparado con el mismo periodo del 2021, los desarrolladores meten el acelerador a nuevos proyectos industriales que buscan satisfacer la demanda.

Con una demanda trimestral de más de 1.8 millones de metros cuadrados al cierre del 2T 2022 son cinco las entidades que concentran el 73% en este indicador, liderados por Monterrey con 429 mil metros cuadrados y seguidos a lo lejos por Ciudad de México con casi 287 mil metros cuadrados. 

Guanajuato, Saltillo, Querétaro y Ciudad Juárez completan el grupo con demandas trimestrales de 228, 190, 109 y 95 mil metros cuadrados, respectivamente. 

Principalmente, es allí sobre estos mercados que se ha generado la mayor actividad constructiva, que en términos absolutos concentran las citadas entidades donde se ha dinamizado la demanda. 

Monterrey sorprende con el avance de más de 1.4 millones de metros cuadrados, seguidos de Ciudad de México con 678 mil metros que se ejecutan en diversas fases constructivas. Querétaro con 470 mil metros en construcciones industriales presenta niveles similares a Ciudad Juárez y Guanajuato con 434 mil metros cuadrados, en cada uno de estos mercados. 

Consulta aquí: León-Silao es el corredor de Guanajuato más solicitado por empresas manufactureras y logísticas

Tijuana y Guadalajara también muestran mucho dinamismo en las construcciones al llevar adelante proyectos industriales por 391 y 302 mil metros cuadrados, respectivamente.

Si el análisis del avance de las construcciones al 2T 2022 se efectúa en términos relativos a las cifras registradas en el mismo trimestre del 2021 los mercados de Reynosa, Querétaro y Monterrey reflejan incrementos de 266%, 175% y 160%, respectivamente.

Como se puede constatar los ocho mercados de la frontera norte que monitorea Solili concentran 57% de las construcciones industriales a nivel nacional, seguidas por el bajío que en su conjunto agrupa el 22% nacional.

Si analizamos el caso de Monterrey diversos desarrolladores como Prologis, Vesta, CPA, Vynmsa, Meor, Stiva, American Industries, entre otros, son ejemplo de la fuerte competencia en el desarrollo de naves especulativas que abarcan los tamaños desde 4.2 a 27.6 mil metros cuadrados. De estos espacios disponibles poco más del 60% corresponde al tamaño de 10 a 20 mil metros cuadrados.  

La construcción especulativa conforma casi un cuarto del total de construcciones industriales de este destacado mercado donde los proyectos a la medida o BTS dominan la escena. En esta modalidad cerca del 45% de las áreas de las naves que se construyen se ubican entre 20 y 100 mil metros cuadrados. 

En el caso específico de Monterrey tan solo dos proyectos de gran dimensión para el giro manufacturero se hacen del 17% de las construcciones en el mercado.

Salinas Victoria y Apodaca concentran casi el 65% de las construcciones del mercado de la zona metropolitana de Monterrey.

De interés: Se mudan fabricantes de electrodomésticos de China a Nuevo León

Ciudad de México también ha registrado un crecimiento del 55% si se compara la cantidad que se construyó a finales del 2T 2021 con lo registrado al cierre del 2T 2022 donde alcanza los 768 mil metros cuadrados. 

Los corredores de Tepotzotlán, Toluca y Tultitlán se mantienen al frente con 219, 210 y 150 mil metros cuadrados que componen las tres cuartas partes de las edificaciones  industriales que se sitúan sobre Ciudad de México.

En conclusión, la pandemia brindó a México la oportunidad de ser el foco de atención para el nearshoring posicionando al país como un importante destino de la inversión extranjera para producciones que anteriormente se desarrollaban en Asia. 

Los desarrolladores industriales en el país han tenido la oportunidad de ser más competitivos permitiendo al mercado ser más robusto y con mayores capacidades a la hora de generar una oferta de interés para múltiples inquilinos que optan por México como su locación ideal.. 

Las ventajas de la cercanía al territorio americano y los beneficios que de ello derivan como los ahorros en tiempo y costos al entregar las mercancías han permitido sacar ventaja de una época convulsa cuyo empujón final requiere de políticas públicas claras, tanto energéticas como de seguridad en la inversiones lo que allanaría el camino de obstáculos para México.