A nivel nacional los mercados corporativos de León, Mérida y Tijuana se podrían considerar como mercados emergentes, en virtud que recientemente aún se desarrollaba en buena parte la actividad de oficinas en edificaciones unifamiliares cuando estas ciudades aún no generaban una oferta reconocida de inmuebles diseñados específicamente para ese fin.  

Mercados como Guadalajara y Monterrey llevaban la delantera como mercados de tamaño mediano, donde habían transformado sus perfiles de altura y creaban distritos y zonas reconocidas para el asiento de corporativos extranjeros y locales.Y por último, la capital del país al frente del mercado corporativo de mayor desarrollo e institucionalización que competía por ser referente de los primeros lugares en América.

Al cierre del primer trimestre del año la situación ha favorecido más a los mercados emergentes que a los medianos y a Ciudad de México ya que estos últimos han sido impactados de manera más fuerte por las desocupaciones. 

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Otro fenómeno que se ha presentado en estos mercados emergentes ha sido la importante participación de proyectos de usos mixtos donde la combinación residencial-oficinas y oficinas con comercio en planta baja ha sido detonante de la actividad constructiva y de arrendamiento de los últimos tres trimestres.

Por ejemplo en Mérida se mantuvo la demanda bruta del primer trimestre del año por encima de los 3 mil metros cuadrados y dieron inicio una nueva construcción corporativas por 3.8 mil metros cuadrados, signo de confianza de este interesante mercado que atrae inversión extranjera directa tanto para los mercados residenciales e industriales.

En la actualidad Mérida avanza con una absorción neta positiva que supera los 2.8 mil metros cuadrados en medio de un precio de renta al alza que se incrementó en 6% en lo que va del 2022.  

Por su parte León ha logrado absorber parte del dinamismo industrial que atrae la industria manufacturera en el bajío y logra registrar al cierre del 1T 2022 una demanda bruta de 3.1 mil metros cuadrados en medio de una escalada del precio de renta que registró casi $15.00 dólares por metro cuadrado mensual que representa un incremento del 60% en lo que va del año, manteniendo aún el precio de renta más bajo a nivel nacional.

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Tijuana que había sido un mercado sin grandes cambios en su absorción bruta a o largo del 2021, que rondaba los 5 mil metros cuadrados trimestrales, generó un ajuste a la baja durante el 1T 2022 y alcanzó los 2 mil metros cuadrados y aunque se registraron algunas desocupaciones la absorción neta sigue en terreno positivo, siendo el único mercado a nivel nacional que aún presenta cifras de vacancia de un dígito.  

En términos generales y ante un panorama de inflación creciente estos mercados han sido conservadores al generar un oferta correlacionada con la demanda potencial, lo que ha sido factor clave para que no se genere una disminución abrupta del precio de renta, lo que garantiza mantener la rentabilidad de largo plazo de los proyectos que se edifican.