La empresa japonesa, Kawasaki, anunció los planes para la ampliación de su complejo de fabricación en el estado de Nuevo León.

Este nuevo espacio productivo se sumará a la planta de motores en Monterrey y, a su vez, complementará los trabajos realizados en las instalaciones de su filial en Nebraska.

La inversión de la empresa ronda los 265 millones de dólares y serán destinados a la línea “off-road”, o los vehículos todoterreno, motivado por el incremento continuo en la demanda de este tipo de automóviles en Norteamérica.

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El complejo de la compañía japonesa en el país, además de elaborar sus emblemáticos motores, se ocupará del ensamblaje de los vehículos a partir del primer trimestre del 2023; generando alrededor de 550 nuevos empleos.

La compañía se instaló en el 2020 en el Interpuerto Monterrey con unas instalaciones que abarcan un área de más de 20 mil m2, aunque aún se desconoce cuál será la superficie que sumará la nueva construcción a la planta automotriz.

A raíz del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), Nuevo León se ha posicionado como un destino atractivo para la inversión automotriz por su alto nivel en personal técnico y desarrollos industriales.

Nuevo León se ubica en la tercera posición en la producción de autopartes con el 11.1%, solo por detrás de Coahuila con el 17% y Chihuahua con el 12.3%, según datos de la Industria Nacional De Autopartes (INA).

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No obstante, la pandemia ha afectado al sector donde la elaboración de automóviles se redujo 22%, las exportaciones bajaron 21.9% y las ventas en todo el país cayeron 20.3%, de acuerdo con las cifras de El Economista.

Otra problemática que afectó la cadena de producción de la industria automotriz  desde octubre del 2020 es la falta de semiconductores o chips, partes indispensables para la fabricación de autos, que han trastocado a esta industria a nivel nacional.

Se estima que, derivado de lo anterior, se producirán un 20% menos vehículos en Monterrey.

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