La crisis sanitaria generó un importante impacto sobre el desempeño de los activos inmobiliarios a nivel mundial, siendo de los más afectados los pertenecientes al sector corporativo.
Anteriormente al Covid se transitaba un período de alta liquidez, combinado con bajas tasas de interés, lo que favoreció que inversionistas y desarrolladores incrementarán sus apuestas a este tipo de inversión.
Una vez que entra la pandemia en escena y que se paralizan actividades no esenciales, los sectores industrial y residencial fueron los más resilientes, mientras que el retail y oficina recibieron el mayor impacto de la parálisis de actividades ya que se propiciaron importantes cambios de hábitos laborales que afectaron de forma determinante la demanda.
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Por el lado de la oferta venían en ejecución en la capital, previo a la parálisis de actividades a fines de Febrero 2020, la cantidad 1.2 millones de metros cuadrados, cuando la vacancia registraba 19.5%. Para ubicarnos en la escena actual a la fecha Octubre del 2021 continúan en ejecución cerca de 897 mil metros cuadrados.
En lo que va del año 2021 ha sido casi nulo el inicio de nuevas edificaciones corporativas y en paralelo se han finiquitado obras por cerca de 135 mil metros cuadrados que pasaron a formar parte del nuevo inventario disponible.
Ciudad de México agrupa el 77% del inventario corporativo a nivel nacional, seguido por Monterrey con el 9%; y por el otro los mercados emergentes.
Analizando la capital se registró una tendencia de recuperación en la demanda bruta si comparamos el 3T 2021, que reportó 94 mil metros cuadrados, con el mismo trimestre del 2020 donde se señala un incremento del 22%. Aunque hay que destacar que dicho valor aún está por debajo en 64% de la demanda neta registrada al 3T 2019, previo a la pandemia.
Sin embargo la demanda neta capitalina a pesar de seguir en terreno negativo con 19 mil 661 metros cuadrados al cierre del 3T 2021, viene cerrando la brecha desde inicios del 2021, ya que las desocupaciones están en camino a regularizarse en proporción al tamaño de su mercado.
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Ya las empresas tienen más certeza de sus necesidades y el engranaje de sus equipos de trabajo bajo el esquema híbrido, dejando atrás la fuerte proporción del homeoffice que habíamos visto a principios del 2021.
También se comienzan a ver resultados de las reconversiones como el reciente anuncio de Fibra Uno (FUNO) donde ha dispuesto aproximadamente de 110 mil metros cuadrados de su portafolio de oficinas para transformarlas a clínicas y a hospitales, buscando atender la falta de infraestructura de salud que se hizo evidente en México trás la pandemia.
El proceso de recuperación ya comenzó aunque muy lentamente y se prevé que durante el 2022 y parte del 2023, se irán ajustando las tendencias observadas hasta lograr niveles de vacancia que logren impulsar el inicio de nuevas construcciones.
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