Con las cifras en mano de la reciente medición al cierre de octubre del 2022 realizada por Solili  la demanda industrial acumulada entre enero y octubre supera los 1.5 millones de metros cuadrados manteniendo a la zona metropolitana de Monterrey al frente de la demanda industrial acumulada en lo que va del 2022.

Ciudad de México se ubica en el segundo lugar con poco más de 1.2 millones de metros cuadrados lo que es resultado del fuerte impulso que registró específicamente en el  tercer trimestre del año donde logró aventajar a Monterrey por 127 mil metros cuadrados trimestrales.

En la actualidad restan dos meses para completar el 2022 y la ventaja que lleva la demanda bruta de Monterrey con respecto a la Ciudad de México es de 272 mil metros cuadrados lo que hos hace pensar que la capital del país debería hacer un tremendo esfuerzo en los metros antes de la meta para superar al impulso con que se viene Monterrey.

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Por ejemplo, si analizamos las cifras al cierre del 4T 2021 la diferencia trimestral de Monterrey sobre Ciudad de México fue de 90 mil metros cuadrados, por lo que si proyectamos este comportamiento estaríamos ante una escenario donde Monterrey se alzaría nuevamente en la primera posición.

Tanto los gobiernos de la Ciudad de México, Estado de México y Monterrey han sido muy activos en sus comunicaciones para diferenciarse y competir buscando atraer la mayor inversión extranjera directa hacia sus regiones.

Pero si analizamos el 2022 en su conjunto, la fuerte demanda de la frontera ha creado un importante polo donde no solo habría que analizar a Monterrey aislado sino como región cohesionada.

Bajo este análisis la demanda acumulada de las cinco entidades más activas en los primeros 10 meses del año representa el 70% del total. En esa fotografía van ordenados, Monterrey, Ciudad de México, Querétaro, Saltillo y Guanajuato. Al unir los resultados por región el norte que agrupará a Monterrey y Saltillo que tienen el 47% del total, seguido del de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México con casi un 30%, dejando el cuarto restante en el bajío que une el resultado de Queretaro y Guanajuato. 

Si algo se ha demostrado este año es que los inversionistas y desarrolladores están dispuestos y poseen la experiencia necesaria para afrontar cualquier reto que se les venga en materia inflacionaria y conocen lo importante de completar costos y tiempos los proyectos que acometen. 

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Pero los mayores riesgos corresponden a que existan tierras con infraestructura donde la labor gubernamental es clave junto al tema de la seguridad física. Se han visto casos donde los desarrolladores asumen parte del riesgo en materias propias de la actividad gubernamental como colaborar en completar alguna fase del suministro eléctrico o de aguas, con el fin de no detener las obras en proceso.

Estas condiciones demandan una determinante actuación por parte de las autoridades para que se activen protocolos de largo plazo para planificar temas estratégicos que harán la diferencia para México como el ganador de américa del fenómeno de nearshoring.

Es un tema pragmático como en el caso del suministro eléctrico que mientras más oferentes participen y se diluya el control estatal habrá mayores oportunidades de impulsar a México hacia el siguiente nivel.