La evolución del mercado corporativo en Ciudad de México ha venido transitando importantes cambios tras la pandemia motivado a los niveles de sobreoferta que surgieron, a partir del 2020.
No solo se frenó la demanda sino que se potenciaron las desocupaciones ante un destino incierto en la operación de las empresas. Evitar más contagios y mantener a flote los ingresos y la rentabilidad fomentó cambios importantes en el uso de los espacios, donde el tamaño de áreas y los plazos de ocupación fueron validados ante las nuevas circunstancias.
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La vacancia al cierre del 4T 2019 registraba 14.4% en la capital del país, alcanzando su máximo porcentaje de 23.1% al cierre de marzo de 2022, donde comienza un leve descenso hasta el registro actual de 21.2% durante el mes de julio de 2023.
Si se comparan las estadísticas emitidas por la plataforma Solili durante los dos primeros trimestres del 2019, previos a la pandemia con los resultados generados durante los dos primeros trimestres del 2023, encontraremos interesantes tendencias que nos señalan hacia donde apunta el mercado.
Entre enero y junio del 2019 se demandaron 328 mil metros cuadrados de oficinas y este indicador durante el mismo periodo del 2023 asciende a 380 mil metros cuadrados, cifra 15.8% superior al periodo similar antes de la pandemia.
Otro dato interesante es el tipo de superficies que se demandaban y se demandan, lo que evidencia un importante cambio en las áreas que se ocupan. Durante el primer semestre del 2019 el 57% de los cierres involucraron espacios superiores a los 5 mil metros cuadrados, mientras que durante el primer semestre del 2023 cerca de un cuarto del total de superficies demandadas corresponden a tamaños superiores a 5 mil metros cuadrados.
Esta situación se fundamenta en la cautela que tomaron los inversionistas institucionales y fideicomisos especializados en los espacios corporativos ante la incertidumbre de cómo se desarrollaría la demanda.
A finales del 2019 las obras corporativas en proceso totalizan un millón 183 mil metros cuadrados y ya venían registrando una tendencia decreciente si se compara con la meseta que se observó durante el 2018.
Aunque algunos proyectos sufrieron ajustes en el plazo de los últimos 4 años han ido finiquitando e incorporándose al inventario, aunque en la actualidad siguen aún en ejecución cerca de 700 mil metros cuadrados, donde Reforma e Insurgentes acumulan el 59%.
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Santa Fe, Insurgentes y Reforma en el 2019 avanzaban con edificaciones que buscaban cerrar un hito en el mercado mexicano y de la región. Fue una época donde los plazos de negociación de rentas más comunes eran de 5 a 10 años, con cláusulas de penalidad en caso de entrega anticipada.
En cuanto al número de operaciones cerca de 260 cierres se registraron durante el primer semestre del 2019, cuando en el mismo periodo del 2023 la cantidad supera los 550 transacciones.
Es decir, que estamos ante un escenario de mayor cantidad de cierres por áreas mucho menores, lo que ratifica el hecho que las empresas están transitando una racionalización en el uso de sus espacios.
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