El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) es una buena opción para los empleados que desean conseguir casa propia. 

Si bien, no es únicamente para eso, puedes usarlo con varias intenciones. Aquí te decimos en que es posible usar tu crédito.

En primer lugar se utiliza para adquirir una vivienda, pudiendo ser nueva o usada, y puede  pertenecer a cualquier conjunto habitacional que ofrezca el instituto o cualquier mercado, incluso está la alternativa de seleccionar una de las casas hipotecadas por el mismo organismo.

Igualmente se puede solicitar el crédito para adquirir y mejorar una vivienda usada, allí necesitarás presentar los planes y presupuestos de la obra, el valor de las mejoras debe estar entre los 10 mil pesos y el 80% de lo que vale la casa.

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La segunda opción corresponde a los que poseen un terreno y quieren construir. Se debe considerar que la vivienda debe edificarse en un máximo de 180 días y el Instituto hará la entrega del dinero en cuatro pagos. En este esquema habrá un verificador supervisando la obra y el constructor deberá estar inscrito en el Registro Único de Vivienda, y para terminar, igual que en el caso de mejoras, es fundamental presentar un presupuesto y planes formales.  

Sin embargo, en caso de no ser dueño aún, este año recientemente en el infonavit se implementó la opción de recurrir a tu crédito para adquirir uno, y poderlo escriturar.

La tercera opción permite usar el préstamo para remodelar, ampliar y efectuar reparaciones, podría incluir el demoler muros, columnas y losas para reconstruir nuevos, hasta pintar, impermeabilizar o adquirir aditamentos para tu cocina o baño. 

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Para pagar una hipoteca vigente se usaría la cuarta opción, que permite solventar un crédito hipotecario con otra entidad financiera, la hipoteca debe estar a tu nombre y debes estar al corriente con el pago de impuestos y derechos de tu vivienda.

Rentar un inmueble pasaría a ser la última opción ya que una parte de tu fondo de retiro que se llama Subcuenta de Vivienda, es producto del dinero que han contribuido tus patrones a lo largo de tu vida laboral y puedes utilizarla para arrendar una casa.

La limitante es que la renta solo se puede aplicar a inmuebles que pertenecen a los conjuntos habitacionales inscritos en los registros del instituto. 

Esta opción es muy útil si viajas de forma constante, cambiándote de ciudad, y las condiciones son que  cantidad de la renta no puede sobrepasar el 25% de tu salario, el plazo mínimo de arrendamiento son 12 meses, y los fondos en tu Subcuenta de Vivienda deben exceder la suma de 6 meses de alquiler.

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