Uno de los indicadores más determinantes de la confianza de la inversión es la construcción. Cuando existe la demanda necesaria y las condiciones económicas permiten anticipar que si se construye algo hoy dentro del escenario de costos y tiempos planificados al culminar o antes estaremos ante la posibilidad de una operación exitosa en términos de rentabilidad para el desarrollador.

Algunas veces los mercados industriales se enfrentan o bien a una baja vacancia o una oferta que no satisface ciertos elementos de la demanda. En este caso el demandante de la nave acuerda con algún desarrollador su construcción bajo criterios que satisfagan las necesidades de su producción y se edifica bajo el concepto de hecho a la medida o BTS.  

Otras veces las condiciones favorecen a los desarrolladores el arriesgarse bajo la modalidad especulativa donde construyen a su riesgo con miras a colocar a mejor precios sus inmuebles una vez salgan al mercado y exista mayor demanda que oferta.

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Al cierre del 3T 2022, la construcción industrial en el país supera los 5.3 millones de metros cuadrados, superando en 60% a lo que se construía el año anterior en el mismo período. Si analizamos la distribución regional podríamos ver que los mercados del norte concentran el 64%, en tanto que el bajío logra agrupar el 22% dejando el resto repartido entre Ciudad de México, Puebla y Guadalajara.

A nivel nacional sigue habiendo un importante predominio de las construcciones hechas a la medida durante el 3T 2022 como es el caso de Monterrey con 73%, Reynosa con 77% y Querétaro con 48%, por citar algunos mercados. 

Contrario a esta tendencia Tijuana muestra el el tercer trimestre del 2022 poco más del 90% de construcciones especulativas pero recordemos que este mercado registró una vacancia al cierre trimestral del 0.4%, una de las más bajas a nivel nacional.

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Otro elemento es el tamaño y si evaluamos el área máxima de nave que se edifica en cada entidad Monterrey toma la delantera con una nave de 148 mil metros cuadrados, mientras Saltillo, Querétaro y Reynosa sitúan su máxima área alrededor de 50 mil metros cuadrados, donde todas ellas corresponden a proyectos hechos a la medida.

En medio de un escenario como el actual donde la inflación ha alcanzado unos niveles considerables la experticia para acometer las obras en tiempo y costos es vital para llevar a cabo el proyecto de acuerdo a lo establecido. 

La capacidad del desarrollador de disponer de los insumos de construcción  y la tierra con infraestructura adicional a la rapidez de resolver problemáticas como la del adecuado suministro eléctrico y de aguas son la clave para culminar con éxito su proyecto industrial. Aquí los mejores desarrolladores y constructores logran diferenciarse y se hacen de la mejor porción de la demanda industrial.