En su más reciente reporte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó que la producción industrial en marzo tuvo un crecimiento de 2.6% en comparación con el mismo mes de hace un año. 

A detalle, un análisis de Grupo Financiero Banorte cita que el alza mensual fue de 0.4%, con la minería débil (-0.6%) y un rebote importante de 3.7% en la construcción respecto a febrero pasado.

Las manufacturas perdieron algo de dinamismo (-0.2%) posiblemente ante disrupciones adicionales en el comercio, señalan los analistas Juan Carlos Alderete, Francisco Flores y Yazmín Pérez, del banco. 

Al interior, los tres sectores fueron más altos, con edificación liderando (4.4%), mientras que la ingeniería civil rebotó 1.7%. “Creemos que este último estuvo beneficiado por los trabajos previos a la inauguración oficial del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles el 21 de marzo”, dicen los especialistas.

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El presidente de la CMIC, Francisco Solares, dijo recientemente que en ello influyeron factores como problemas de inseguridad, altas cargas burocráticas y la inflación de insumos de hasta 17% anual, con las varillas y el acero entre los bienes más presionados.

Por su parte, el dinamismo en el financiamiento podría moderarse ante el alza en tasas de interés, sobre todo para el sector privado.

El último reporte de crédito bancario de Banorte demostró que los créditos hipotecarios avanzaron 3.4% en su comparación anual en términos reales en marzo, manteniendo cierta estabilidad, aunque permaneciendo débiles en el segmento de interés social.

El aumento de la actividad industrial en general es mejor que el resultado implícito para marzo dentro del PIB preliminar del primer trimestre. Con las revisiones a datos previos, el avance de todo el trimestre fue 3.1% anual por encima de dicho reporte.

Desafortunadamente, la actividad no se ha recuperado por completo a dos años del inicio de la pandemia, ubicándose 1.4% debajo de febrero de 2020 y -5.2% del máximo histórico en septiembre 2015. 

En opinión de los analistas de Banorte, las presiones inflacionarias adicionales –con los precios al productor excluyendo petróleo acelerándose a 9% anual en el periodo– siguen afectando a algunos sectores.

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Los problemas de logística –especialmente en el transporte marítimo– empeoraron a partir de esa fecha, afectando a las cadenas de suministro de nuevo. En este sentido, la secretaría de Economía, Tatiana Clouthier, dijo que la industria está enfrentando retrasos de hasta 60 días en los envíos desde China por esto.

Esta semana, Shanghái anunció restricciones inclusive más severas, lo que podría resultar en retrasos mayores. A pesar de que varias compañías están buscando nuevos proveedores, no es tan sencillo o rápido llevarlo a cabo. Los riesgos están claramente sesgados a la baja a pesar de que las manufacturas han sido resilientes hasta ahora.

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