A finales de 2020, BIM cerró con 6 mil millones de pesos en diversos apoyos, equivalentes a 400 mil créditos.

En una nueva dinámica económica y social que se vivió posterior a la crisis por el Covid-19, actualmente está permitiendo ver un crecimiento del mercado inmobiliario en las principales ciudades del país.

Las grandes edificaciones que se construyen en las metrópolis más importantes como la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Puebla, son prueba de una reactivación que se vive en el sector de la construcción inmobiliaria.

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Según datos del Registro Único de Vivienda (RUV) la oferta inmobiliaria, tan solo en el periodo de 2015 a 2020 fue de 220 mil 900 viviendas, que equivale al promedio de 44 mil 200 en promedio por año. Comparativamente tan solo al cierre de julio de 2021, se registraron un total de 95 mil 600 viviendas edificadas.

Estos resultados tienen que ver con la forma como diversas entidades financieras, entre ellas Banco Inmobiliario Mexicano (BIM) agilizaron sus productos y servicios para que los desarrolladores empujen el mercado.

Uno de estos productos es Crédito Puente, siendo uno de los financiamientos más utilizados por las empresas que se dedican a la construcción dentro del sector inmobiliario.

Se trata de un crédito de mediano plazo que otorgan intermediarios financieros a los desarrolladores de vivienda para que éstos los utilicen en la edificación de conjuntos habitacionales, equipamiento comercial y/o mejoramiento de grupos de vivienda.

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Desde hace años, el Banco Inmobiliario Mexicano se ha posicionado como líder dentro de las instituciones financieras que otorgan este instrumento.

 Prueba de ello es que durante los primeros meses de la pandemia, la institución firmó 94 nuevos créditos por un monto de 2 mil 200 millones de pesos, y a finales del 2020, se cerró con un monto de 6 mil millones de pesos, equivalentes a 400 mil créditos.

Otro de los beneficios que acompaña al crédito puente del BIM es un financiamiento de hasta el 65% del valor del proyecto a un plazo de crédito de hasta 42 meses. 

Este mecanismo no tiene penalización por prepago y considera sin costo adicional las 15 visitas de supervisión de obra que se realizan durante la construcción.

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