El mercado corporativo a nivel nacional ha ido avanzando y recuperando parte del terreno que había perdido en periodos de la pandemia.

También es una realidad que las necesidades de espacios laborales han cambiado de forma determinante en el mundo entero y México no es la excepción. Las empresas demandan quizá menos espacios pero están dispuestas a reconocer vía mayores precios de renta aquellas oficinas que brindan mayor confort, conectividad y que sean determinantes en el aumento de la productividad, a la vez que auspician un mayor reflejo de la cultura corporativa. 

El mercado corporativo de mayor grado de desarrollo en México es la capital del país, seguido por Monterrey y Guadalajara cuyos inventarios representan tan solo el 17% y 9%, respectivamente del inventario corporativo que a  noviembre del 2022 existe en Ciudad de México.

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El fortalecimiento que generaron los fideicomisos de inversión junto a la presencia de múltiples empresas multinacionales que buscaban desde hace una docena de años, contratos a largo plazo con rentas en dólares completaron las condiciones para que desarrolladores e inversionistas pudieran generar sus ofertas hacia grandes edificaciones que cambiaron el perfil de los principales corredores capitalinos, como lo que podemos observar en Reforma, Polanco, Insurgentes y Santa Fe, solo por citar algunos, así como el de muchos otros mercados a nivel nacional.

En mercados de tamaño mediano como Monterrey, Guadalajara, Querétaro y Tijuana los principales corredores ya disponen de ofertas de edificaciones por encima de los 30 niveles. 

Ahora bien, estos mercados requieren de una oferta consistente que mantenga las vacancias en unos niveles aceptables para que el equilibrio de oferta y demanda finalmente permita precios de renta sostenibles en mediano y largo plazo, haciendo posible que coexistan las expectativas de los inquilinos con la de los inversionistas y desarrolladores. 

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Cuando analizamos la demanda corporativa de los mercados de oficinas, el total nacional supera los 770 mil metros cuadrados, cifra equivalente a un incremento del 77% con respecto al mismo periodo del 2021. 

Aunque no todos los mercados han crecido a igual ritmo, por encima del promedio se ubican cuatro mercados como son Puebla, León, Ciudad de México y Querétaro. La mayor cuantía del crecimiento se presenta en Ciudad de México que casi alcanza los 520 mil metros cuadrados de demanda bruta en los once meses transcurridos del 2022 cifra que supera en 100% a lo registrado entre enero y noviembre del 2021. 

A lo largo del año hemos visto ocupación de edificios completos con superficies menores a los 5 mil metros cuadrados en corredores como Polanco, Insurgentes y Lomas Altas a la vez que se observa movimientos de inquilinos que hace cambios hacia espacios bien sean modernos o mejor dotados tecnológicamente, permitiendo alquilar oficinas de mejores condiciones tanto operativas como financieras comparados a sus anteriores localizaciones. 

Las condiciones actuales permiten proyectar que el 2023 mantendrá la recuperación y seguiremos ante escenarios de ajustes de vacancia a la baja lo que será una señal determinante para que en ciertos mercados y submercados comience el interés hacia el arranque de nuevos proyectos.